En un momento crítico para el futuro de nuestro planeta, la transición hacia fuentes de energías renovables con tecnologías no convencionales se ha convertido en una prioridad global y esto ha quedado evidenciado en países como Chile, que aprovecha al máximo su potencial a través de distintas formas de generación renovable entre estas la solar fotovoltaica. Durante la tercera jornada de conferencias el experto invitado Darío Morales, Director Ejecutivo ACESOL nos ha permitido observar de cerca la experiencia de Chile y cómo este país ha superado las barreras hasta posicionarse como una de las principales naciones que desarrolla la tecnología solar, contando con 31,000 MW de potencia instalada siendo el 22% proveniente de la energía solar fotovoltaica y 13% eólica.
Según el experto invitado el liderazgo que Chile ha cobrado en materia de generación solar en América Latina no solo ha traído beneficios ambientales, sino que económicos y sociales, generando empleos, impulsando la inversión y fortaleciendo la infraestructura energética existente, además de la reducción a la dependencia de combustibles fósiles mejorando la seguridad energética y contribuyendo con la estabilidad del suministro. Como parte de los grandes beneficios que cuantifica este país en torno a la generación de energía solar, se encuentra el constante desarrollo, además de la seguridad energética que le atribuye mejor capacidad de respuesta ante alguna situación de catástrofe natural, la continua electrificación de zonas remotas y la autogeneración de energía para conseguir disminuir el costo energético de los usuarios finales.
Para Guatemala considerar el proceso de adaptabilidad en un esquema de regulación que permita la flexibilidad del sistema eléctrico para adaptar nuevas tecnologías de generación no convencionales es de vital importancia para la continuidad de las acciones en materia de descarbonización en la lucha contra el cambio climático, la reducción de costos asumidos por el usuario final y para lograr la independencia energética que es hacia donde este impulso global nos direcciona.
La infraestructura eléctrica se está viendo fuertemente modificada ya que se mueve en múltiples direcciones, eso ha traído la incorporación de tecnologías sofisticadas y que requiere un cambio de enfoque y adaptación al cambio de los operadores y reguladores del sistema.