Luego de la conmemoración de los 20 años de la aprobación de la Ley General de Electricidad es muy importante reflexionar sobre los avances y el ejemplo que ha significado Guatemala para Latinoamérica en materia de marcos regulatorios estables y eficientes para beneficio del país.
Juan Carlos Fassi, consultor argentino que apoyó en 1996 la creación de la ley en Guatemala, fue muy claro durante sus intervenciones al aclarar que “Argentina fue uno de los primeros países de Latinoamérica en establecer un marco regulatorio estable. De 1992 al 2000 fue un mercado modelo, como lo es hoy Guatemala. De hecho, la ley guatemalteca tomó mucho de los puntos positivos que se tenían ya avanzados en el Cono Sur”.
El deterioro de la macroeconomía argentina que no tenía que ver con el sector eléctrico derivó en una enorme crisis en el 2000 y esto, en consecuencia, trajo consigo un cambio en la Ley de Electricidad y afectó el desarrollo que se había alcanzado. “Hoy tenemos una realidad opuesta a la que se tenía hasta antes del 2000. El sector eléctrico genera un 70% del déficit argentino y el Estado tiene que hacerse cargo de ese costo”, agregó el experto argentino.
Cabe aclarar que el Estado de Guatemala no gasta ni invierte en generación, sino que todos los fondos son privados. Esto significa que los ingresos del Estado se destinan a otros rubros y es uno de los beneficios indirectos de este marco regulatorio.
“Guatemala hoy está en una situación privilegiada respecto al mercado eléctrico. Es el país exportador nato del mercado eléctrico regional. Guatemala tiene prácticamente la cobertura sobre la demanda de aquí a 2030, pero hay que seguir invirtiendo”, puntualizó el consultor.